Nancy Teresa González de Barberi es una reconocida diseñadora colombiana de la ciudad de Cali, quien es conocida por sus bolsos hechos de pieles de animales. Sus productos se pueden encontrar en las tiendas más lujosas del planeta. Su empresa tiene el nombre de CI Diseño y Moda Internacional S.A.S.
Su carrera había ido en ascenso desde mucho tiempo atrás y varias celebridades usaron sus creaciones. Tiendas como Bergdorf Goodman, Neiman Marcus, Harrods, Saks Fifth Avenue, entre otras. El valor de sus bolsos social entre los 1500 y 6000 dólares.
Supuestamente sus diseños eran confeccionados artesanalmente por personas humildes del Valle del Cauca, lugar de donde es originaria, lo cual le añadía un alto valor. Sin embargo hay algo más oscuro detrás de sus prácticas
En realidad, lo que ella tenía era un tráfico ilegal de pieles hacia Estados Unidos, utilizando a personas con necesidades para que viajaran a este país, les daban 600 dólares a cada uno para su manutención y su objetivo era decir en los aeropuertos que los bolsos de Nancy González que llevaban eran simples regalos a familiares.
Los materiales con los cuales fueron confeccionados pertenecieron a animales de la fauna silvestre colombiana, en vía de extinción, de especies como caimanes, babillas y serpientes. La obtención de estas pieles se realizó de manera ilegal, así como la manera en la cual estos productos fueron exportados hacia Estados Unidos.
Fueron ingresados al menos 221 bolsos de esta marca que fueron a parar directamente a tiendas de lujo en ese país. A través del tiempo, estas personas fueron perfeccionando su modus operandi para enviar de esta manera cientos de bolsos, hasta que en un momento las autoridades estadounidenses notaron que al menos 32 personas entraron bolsos de esta misma marca de manera simultánea. 
Esto los puso en alerta y comenzaron el rastreo de estos productos para encontrar su origen.
Junto a ella fueron capturados Juan Camilo Aguilar y Diego Mauricio Rodriguez Giraldo, quienes son los presuntos responsables de las maniobras comerciales para realizar estas operaciones.
Estas tres personas permanecen capturadas, esperando que se desarrolle el proceso de extradición. En este momento, sólo falta la aprobación del presidente Gustavo Petro, para que sea efectiva y estas personas puedan ser juzgadas en Estados Unidos.
Lo triste de esta historia, es que las autoridades colombianas no hicieron ningún esfuerzo en lo absoluto para investigar las maniobras ni el abuso que esta empresa le estaba haciendo a las especies en vías de extinción de Colombia.
Hasta el año 2017 se presentó un proyecto de ley para ofrecer protección a las especies amenazadas de Colombia. Esto demuestra un atraso tremendo con relación a otros países. El abandono del gobierno de varias zonas rurales y silvestres es muy marcado, lo que hace que estos tipos de crímenes sean muy fáciles de cometer.
La mencionada diseñadora es una de tantas personas que se aprovechan de esta debilidad y se lucran a través del abuso hacia otras especies. Es muy grave, que otro país haya descubierto una trama de corrupción por una razón completamente distinta al crimen que fue cometido hacia los animales.
Estas personas ahora mismo pueden estar capturadas, pero nunca pagarán las consecuencias de haber asesinado tanto sólo por la avaricia y la vanidad humana.
El ministerio de ambiente de Colombia, no parece tener unas medidas claras ni fuertes que realmente puedan ofrecer una protección real a los animales.
La mejor forma de evitar tanta impunidad, es que nosotros podamos denunciar, lo que más se pueda, este tipo de prácticas.
