La mayoría de las personas no tienen un buen conocimiento con respecto a lo que ponen en sus platos. En especial cuando se trata de productos animales. En el caso del huevo, la gente piensa que las gallinas son capaces de ponerlos a diario, de manera natural y abundante. Ignorando que en realidad hay una industria detrás de esto para que algunos humanos puedan ganar un beneficio económico a través de la explotación.
Para que una gallina pueda poner muchos más huevos de lo normal, es obligatorio darles una alimentación especial, generalmente con concentrados que tienen una alta carga hormonal. Incluso, las condiciones del ambiente deben ser manipuladas para que así sean dadas las circunstancias para que la producción no pare.
Con unos gallineros que deben mantener una humedad del 60% al 80% y una temperatura muy cálida, generalmente de 18° C. De no cumplirse estos requisitos, las gallinas simplemente pondrán sus huevos en el momento en que lo consideren necesario, sin necesidad de forzar nada.
Lo que es preocupante, es que para que un ave pueda poner un huevo, esta requiere de una cantidad enorme de energía, al hacerlo pierden una gran parte de calcio y nutrientes de su cuerpo. Esto es similar al proceso que tienen las mujeres en el momento de su periodo menstrual.
Por esta razón, muchas veces el consumo de huevos por las mismas aves que los ponen es algo muy común. Aunque hay diversas causas para que esto suceda, generalmente pasa cuando rompen el huevo por accidente y hallan su alto contenido nutricional, lo que les ayuda a reponerse muy rápido luego del gasto que sufrieron.
También sucede cuando tienen una alta población y se encuentran hacinadas en algún lugar, pueden llegar a tomar la costumbre de romper los huevos para suplir su alimentación. De nuevo, esto puede llegar a ser común en lugares donde las explotan cruelmente.
Al ser rescatadas, en los santuarios se les permite tener acceso a sus propios huevos, si ellas así lo desean. Muchas veces ni siquiera lo miran, así que el procedimiento es que los humanos rompan los huevos para que así ellas puedan tener acceso a lo que les pertenece. Además de tener un alimento perfecto para que puedan recuperar todas las vitaminas y energía perdieron.
Así que, de ninguna manera puede ser aceptable la explotación de las aves, ni siquiera con las supuestas gallinas “libres”. Pues en muchos casos terminan usando a quienes no son capaces de poner más para el consumo de su carne. Es realmente imposible suplir una demanda tan excesiva e innecesaria, si sólo se usaran gallinas en sus condiciones naturales. Para que se de una gran cantidad de huevos, es obligatorio sumirlas en condiciones antinaturales y de mucho estrés.
Al ser rescatadas, las gallinas siguen poniendo muchos huevos, ya que con su carga hormonal debido a la alimentación previamente mencionada, su cuerpo es capaz de hacerlo. Sin embargo, con el tiempo se va modificando su comportamiento y la cantidad que ponen disminuye drásticamente.
Al haber una cambio de la mezcla nutricional, así mismo se ve una disminución de su carga hormonal, por lo tanto no seguirán en ese frenesí de producción al cual fueron obligadas. Normalmente terminan poniendo de 1 a 5 huevos al año, aunque en algunos santuarios se procede a la esterilización o utilización de implantes para que esto no se repita, eliminando así la producción de todos los huevos. Incluso, sin estos métodos, las gallinas dejarán de poner huevos con el tiempo.